En un tiempo me parecía que el título aportaba a una imagen el sentido pleno, dotaba de una dimensión más al trabajo, y a veces era así; hay autores con talento para poner títulos (Paul Klee, por ejemplo) pero ya ven, a veces un nombre puede ser limitante, encerrar lo que debería tener múltiples interpretaciones. No digo que el dibujo que preside el post sea el caso, pero quedó claro al menos para mí que cualquier invención de mi parte no encajaba y así lo dejo, innombrado pero visible.
10 comentarios:
Espeluznantemente genial! No hace falta título, la imagen dice todo lo que tiene que decir.
un laburo exelente, y coincido plenamente con la idea sobre el titulo, lo innombrado, cuando tiene un peso real, siempre aparece.
Seba: mil gracias. un abrazo!
Miale: gracias por tus palabras. realmente quedé aliviado de no tener que ponerle un título cualquiera. saludos.
Me parece que si le ponés un título condicionás a quien mire tu obra. Así está mucho mejor, librado a la interpretación de cada uno.
Siempre me dá un poco de julepe entrar a tu blog porque tenés un manejo de lo espeluznante que hacés sentir ese escalofrío en cada una de tus obras.
Terriblemente maravilloso.
merbitt:
que bueno,lo que decís de los títulos y el julepe; yo quiero que cause algo, pero tampoco que te haga pensar dos veces antes de entrar, jajaja. Gracias por pasar.
Es fabuloso este dibujo.
Poner títulos puede ser un problema
a veces, tenés toda la razón, porque
tiene que darnos algo más que todo el resto de la obra.
Me encantó este hermoso dibujo, muy meláncolico y terrible.
Un abrazo
Sebastián:
¡Maravillosa ilustración!
Abrazo grande,
Vul
Pablo: muchas gracias por tus palabras. es un honor que pases por acá. un abrazo.
Vul:
¡gracias ídolo!
Abrazo grande.
Seba.
Muuuy buenaa.
S
Santiago:
gracias!
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