

No creo ser fanático de ninguna cosa, sin embargo Swamp thing (
Creo que este fué el primer trabajo que el inglés hizo para USA; estaba entusiasmado y con ganas de impresionar. Lo logró. En los últimos números de "the saga of the Swamp Thing" escritos por Marty pasko ya venía entintando John totleben; Moore concluye el arco argumental mostrando como "matan" a tiros a la criatura. En el siguiente nº se aprovecha magistralmente este giro (que supongo habrán usado hasta el hartazgo en números pasados) para dar una nueva explicación.
Más adelante con la aparición de John Constantine, nuestro protagonista va aprendiendo más acerca de sí y de sus posibilidades como ser elemental. Recomiendo toda esta saga, se llama American Gothic. Después de unos cuarenta números moore se dispersa y se dedica a otras cosas, como Watchmen por ejemplo. Sin embargo su paso por esta serie es un hito en el mundo del cómic, precursor de guiones y enfoques más adultos (junto con el trabajo de Frank miller) que dieron paso a Neil Gaiman; Grant Morrison y a toda la línea Vertigo que DC creara para esta tendencia.
En esta serie se sucedieron varios equipos creativos, cuya causa adivino en la lentitud de Totleben y en lo prolífico de la escritura de Moore. Muchas páginas están terminadas por el filipino Alfredo Alcalá, conocido por su rapidez y clasicismo. Stan Woch y Ron Randall dibujan varios números, entre ellos el excelente "fruto del cielo", también aportan lo suyo Rick Veitch Y Shawn Mcmanus, todo coloreado por Tatjana wood.
Totleben colabora después con bissette en "taboo" y con Moore en "Miracleman".
En este dibujo quise darle un aspecto más sombrío al personaje, como si la poca humanidad se le hubiera olvidado en razón de un prolongado período en soledad. Casi ha perdido su forma humana; y su andar es penoso, bamboleante, con cierto parecido a las marionetas de Jim henson. Me costó lo suyo colorearlo; no le encontraba la vuelta. Usé Painter X , un programa que gente más habilidosa usa para pintar de cero, pero que a mí me sirve para colorear dibujos entintados; tiene una cierta cualidad azarosa que me gusta mucho. Tuve que ponerle el clásico logo porque me pareció que sino lo hacía algunos no lo iban a reconocer.